La vicepresidenta Ribera y el presidente de Castilla y León, en el congreso sobre la ‘España Vacía’ de ‘La Opinión-El Correo de Zamora’

La vicepresidenta cuarta del Gobierno, Teresa Ribera, apunta a «reinventar» los servicios básicos para fijar población en el territorio

El presidente de Prensa Ibérica & Grupo Zeta, Javier Moll, pide una estrategia para luchar contra «un problema de Estado”

M. H. / L. G.

El Gobierno planea “reinventar” servicios básicos, tales como la sanidad o la educación, como punto de partida para abordar esa gran estrategia que debe concluir con devolver al medio rural su activo más importante: la gente. La vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, así lo puso ayer de manifiesto durante su participación en el Congreso “Razones para quedarnos”, organizado por Prensa Ibérica y La Opinión-El Correo de Zamora, que abrió el presidente de Prensa Ibérica & Grupo Zeta, Javier Moll.

Este fue el punto principal del discurso de Ribera, que intervino tras los discursos de Javier Moll, del director general de Caja Rural, Cipriano García, del mánager institucional de Google en España y Portugal, Antonio Vargas, y del presidente de Correos, Juan Manuel Serrano. En su caso, la vicepresidenta estrenó por primera vez en democracia unas competencias ministeriales en materia de despoblación y lo hizo en Zamora. Una provincia, recordó, convertida en la que más habitantes pierde de media en el conjunto del país, a razón de un 1,3% anual desde hace una década.

Por eso, sobre el escenario del Consejo Consultivo de Castilla y León, Teresa Ribera quiso poner de manifiesto lo “absurdo” del modelo territorial que se ha ejecutado en España desde hace más de cuarenta años. “Durante mucho tiempo hemos vivido en una espiral que da auténtico pánico y vértigo en la que tanto el centro como el litoral se han convertido en concentraciones de población, dejando un gran espacio en el interior en el que uno se siente solo; no tiene sentido, ni representa a una sociedad inteligente”, detalló la vicepresidenta.

En lo particular, Ribera no quiso abandonar la ciudad de Zamora sin aproximarse a esa condición de territorio fronterizo y las posibilidades que ello ofrece. “La Raya de Zamora es fundamental para entender el futuro de iniciativas de desarrollo, puesto que el contexto que nos exige ahora es el de la cooperación”, defendió la dirigente del Partido Socialista.

Por su parte, el presidente de Prensa Ibérica, Javier Moll, subrayó que «la despoblación es un problema de Estado» para España. El máximo responsable del grupo empresarial al que pertenece La Opinión-El Correo de Zamora por «reflexionar sobre las causas» de esta problemática y por estudiar «una estrategia como país para ponerle freno».

Del mismo modo, Moll indicó que «hay que dotar de recursos y posibilidades a quienes quieren quedarse», y remarcó que el grupo editorial que preside ha puesto en marcha «un circuito» sobre la España Vacía que ya se ha concretado en distintos eventos en Oviedo y en Zaragoza, que ha tenido continuidad en Zamora y que celebrará más «sesiones» en otros puntos del país.

A continuación, Javier Moll aportó varios datos acerca de la despoblación y el envejecimiento en Zamora, y dejó claro que «hay que acabar con la España de las dos velocidades.

Por último, Moll incidió en la importancia de «dotar de recursos a la España Vacía», y de apoyar «a los emprendedores y a los negocios ya establecidos». «Les garantizo que diarios como La Opinión-El Correo de Zamora, La Crónica de Badajoz, El Periódico de Extremadura, El Periódico de Aragón o La Nueva España están dispuestos a dar la cara por la España Vacía y van a velar por el futuro de sus habitantes», concluyó el máximo responsable de Prensa Ibérica.

El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, se encargó, por su parte, de clausurar el congreso por la tarde, y exigió a Europa, en su intervención, “un presupuesto específico” para atajar la despoblación. Mañueco abogó, asimismo, por una “fiscalidad moderada” en el entorno rural y con un “trato favorable” que fomente el asentamiento de vecinos y empresarios.

Javier Caldito